Bretaña es una de las regiones más impresionantes que ver en Francia, un lugar ideal para realizar una ruta en coche y descubrir sus grandes tesoros. Esta zona gala ofrece coquetos pueblecitos costeros, castillos y fuertes, ciudades medievales, deslumbrantes iglesias, acantilados y bosques, faros bañados por aguas atlánticas… Sin lugar a dudas, uno de los road trips más bonitos que hemos hecho.
En este post te contamos cuales son los 20 mejores lugares que ver en Bretaña. Esperamos que esta guía te sea muy útil para organizar y visitar algunos de los lugares más espectaculares de este bonito departamento francés. Así que, anota y ¡a disfrutar de la aventura!
📍QUÉ VER EN BRETAÑA. 20 LUGARES IMPRESCINDIBLES.
1. Mont Saint-Michel.
Sin lugar a dudas, uno de los mejores lugares que ver en Bretaña es el impresionante Mont Saint-Michel. Aunque esta joya de nuestra historia pertenece al Departamento de Normandía, debido a su limítrofe ubicación y la eterna reclamación del lugar por parte de los bretones, no podíamos dejar de incluirlo en este post sobre Bretaña.
Entre las aguas se eleva un complejo arquitectónico medieval sobre una pequeña colina. Esta isla rocosa se ubica en la desembocadura del río Couesnon, en una bahía completamente llana. Sus mareas son las culpables de convertir este enclave en una península artificial o en una isla según la hora del día y le época del año, uniendo el complejo por una pasarela de madera que nos permite el acceso hasta el pueblo.
La espectacular conservación de su arquitectura así como de su entorno y ecosistema, convierten el Mont Saint-Michel en uno de esos lugares que ver por lo menos una vez en la vida.
2. Castillo Tredion.
Otro de los mejores lugares que ver en Bretaña es el Castillo de Tredion. Se trata de una preciosa construcción erigida en el s.XIV en pleno corazón de la región de Morbihan. Originalmente fue propiedad de los duques de Bretaña, que solían utilizarlo como pabellón de caza, pero posteriormente pasó por diferentes manos, llegando incluso a acoger a Catalina de Médicis o Francisco I.
Tras una profunda renovación, el Castillo es en la actualidad lugar de celebración de eventos y bodas. Merece la pena dar un paseo por sus alrededores, desde donde podrás observar sus torres y detalles entre la frondosa vegetación. Un lugar de ensueño.
3. Faro de Cap Frehel.
El Faro de Cap Frehel, situado en la península de Côtes-d’Armores, es otro de los lugares más bonitos que ver en Bretaña. Bañado por la bahía de Saint-Brieuc y con sus 100 metros de altura, es sin lugar a dudas uno de los faros más bonitos que ver en Bretaña. Desde abril hasta noviembre, podrás visitar su interior. De hecho, tras subir sus 145 peldaños, podrás disfrutar de unas increíbles vistas del Cabo y del Fuerte la Latte.
El primer faro que aquí se erigió fue a principios del s.XVIII, pero este fue completamente rediseñado en la primera mitad del s.XIX. El Faro que verás en la actualidad fue levantado entre los años 1946 y 1950, ya que el anterior fue destruido durante la Segunda Guerra Mundial.
4. Josselin.
El increíble y coqueto pueblo de Josselin es otra parada obligatoria en una ruta por la Bretaña francesa. Las torres apiñadas de su fortaleza presiden la ciudad, creando un precioso reflejo en el río Oust cada día. Este pueblo francés de poco más de 2.000 habitantes, nos robó el corazón desde el primer instante.
Y es que además de su increíble castillo, Josselin nos ofreció un increíble paseo entre basílicas y casitas de entramados de madera de diferentes colores en el barrio de la Saint-Croix. La ribera del Oust nos regaló también una de las mejores vistas de esta imponente fortaleza medieval que su origen se remonta al año 1008.
5. Vitré.
Vitré es el fiel reflejo de los increíbles pueblos medievales que podrás encontrar en la Bretaña francesa. Su imponente fortificación del s.XII se deja entrever entre plazas y callejas creando una espectacular imagen digna de postal. Además de su castillo, Vitré conserva murallas y preciosas calles repletas de casitas de entramados de madera de diferentes colores, atestiguando su increíble pasado medieval.
Vitré es sin lugar a dudas uno de los pueblos más bonitos que ver en Bretaña. En tu visita no puedes dejar de pasear alrededor de su castillo, así como por calles como la Rue de la Poterie, repleta de pintorescas tiendas, preciosas casitas y talleres artesanales. Vitré es un lugar ideal en el que perderte por sus calles y viajar al pasado.
6. Castillo de Combourg.
El Castillo de Combourg es otro de los grandes imprescindibles que visitar en un road trip por Bretaña. Esta increíble fortaleza construida entre los siglos XII y XV con la finalidad de defender la Catedral de Dol y la independencia de Bretaña, que perteneció a varias familias nobles durante su historia.
Tras sus muros y sus torres almenadas pasó su infancia el escritor y político François-René de Châteaubriand, autor de la obra «Memorias de ultratumba». De hecho, en la actualidad el precioso castillo medieval de Combourg sigue estando habitado por los descendientes del autor, aunque se pueden realizar visitas guiadas al complejo. Merece la pena perderse por sus jardines o disfrutar de las vistas del castillo desde la otra orilla del río. Simplemente espectacular.
7. Fort la Latte.
El Fort la Latte, bañado por la bahía de Saint-Brieuc y situado en un alto dominando el mar, es otro de los lugares más bonitos que ver en Bretaña. Este castillo-fuerte fue construido en el s.XIV con fines defensivos, y remodelado y restaurado durante los s.XVII y XX.
A través de sus puentes levadizos podrás encontrar unos muros repletos de historia y que también sirvieron como set de rodaje para películas como «Los Vikingos». Su espectacular entorno terminan de completar una visita imprescindible que hacer en Bretaña, donde el mar atlántico rompe con fuerza en las rocas del acantilado del cabo, formando una imagen difícil de olvidar.
8. Rennes.
Rennes, conocida por su coqueto casco antiguo, su pasado medieval y su vida estudiantil, es otro de los mejores lugares que ver en Bretaña. La capital de Bretaña y la décima ciudad más importante de Francia, nos ofrece un laberinto de callejuelas repletas de casitas tradicionales y majestuosos edificios. Sin lugar a dudas, Rennes es una ciudad ideal para degustar con calma y en la que te sentirás como en un auténtico cuento.
En tu recorrido no puedes dejar de pasear por calles como la Psalette o la Place du Champ Jacquet, que cuentan con varios edificios de entramado de madera de diferentes colores. Tampoco puedes marcharte sin hacer una visita a la Catedral de San Pedro, la Plaza del Ayuntamiento, el Parlamento de Bretaña, las Puertas Mordelaises, el Palacio de Comercio o la Place des Lices. Si te interesa, puedes realizar una visita guiada por Rennes aquí.
9. Fougères.
En esta pequeña y coqueta villa encontrarás una fortaleza que te dejará literalmente sin palabras. Y es que Fougères cuenta con el castillo más grande de toda Bretaña, un majestuoso complejo defensivo construido entre los siglos XII y XV que hacen del lugar una parada obligatoria en una ruta por la Bretaña francesa.
Su castillo medieval repleto de bastiones, torres y murallas domina la silueta de un coqueto pueblo a base de coquetas casitas de entramado de madera. Pasear por sus calles empedradas es todo un lujo, un viaje al pasado donde podrás comprender la importancia histórica de este enclave. En tu paseo no puedes dejar de visitar sus iglesias o sus jardines públicos, desde donde obtendrás unas deliciosas vistas de parte del pueblo y del fortín. Sin lugar a dudas, otro de los mejores lugares que ver en Bretaña.
10. Faro Kermorvan.
Bretaña, popular por contar con algunos de lo más increíbles faros, no nos defraudó en absoluto con el Faro Kermorvan. Este increíble lugar se encuentra frente al pueblo pesquero de Le Conquet, situado en la región de Finisterre. El faro fue construido en la península de Kermorvan sobre una roca y conectado por un puente de granito que resiste el gran oleaje del atlántico desde 1849.
Con sus 20 metros de altura domina el puerto de Le Conquet además de otras 22 millas náuticas. Un sitio privilegiado que tuvimos la suerte de disfrutar a solas y explorar todas sus perspectivas. Para llegar hasta el faro deberás caminar durante un kilómetro por el sendero GR34 con unas espectaculares vistas. Junto al faro encontrarás un antiguo fuerte repleto de pasadizos desde donde obtendrás diferentes perspectivas del Faro del Kermorvan y unas espectaculares vistas del Faro de Saint-Mathieu.
11. Saint-Malo.
Saint-Malo, conocida también como la ciudad corsaria, es otro de los lugares más impresionantes que ver en Bretaña. Sus espectaculares murallas, bastiones y torres defensivas protegen su casco histórico de manera hermética, creando un universo en intramuros y otro universo diferente tras su fortaleza.
Su paseo por intramuros está plagado de historia, de combates y episodios históricos corsarios. Desde sus murallas y fuera de ellas podrás observar sus magníficas playas, su puerto y sus dos islotes que cuentan con dos fortalezas defensivas azotadas por las bravas aguas atlánticas.
En tu visita merece la pena que llegues a pie hasta el faro, desde donde podrás obtener una espectacular vista de la ciudad amurallada acompañado del sonido del mar y del vuelo de cientos de gaviotas. Saint-Malo es simplemente espectacular.
12. Castel Meur.
Uno de los lugares más sorprendentes que ver en Bretaña es Castel Meur o La Maison du Gouffre. Su nombre en bretón significa «Gran Castillo», suponemos que denominado así de manera irónica por los lugareños. Realmente se trata de una pequeña casa de campo erigida hace más de 150 años entre dos enormes rocas y rodeada de islotes.
Castel Meur se situa cerca de Plougrescant, un pueblecito costero ubicado en el departamento de Côtes-d’Armor. La casita es propiedad privada, por lo que es necesario ser respetuoso en tu visita y cumplir con las señalizaciones. Aunque tan sólo podrás ver Castel Meur desde una distancia prudencial, bien merece la pena dar un paseo por este enclave de ensueño entre el oleaje del atlántico, sus decenas de islotes y sus bonitas praderas.
13. Dinan.
Dinan es otra de esas paradas obligatorias en una ruta por la Bretaña francesa. Esta pequeña villa medieval destaca por su castillo del s.XIV perteneciente a los duques de Bretaña, así como por su recinto defensivo a base de torres, bastiones y murallas.
En tu paseo por Dinan disfrutarás de preciosas calles empedradas flanqueadas por casitas de entramado de madera, así como de preciosos monumentos como la Torre del Reloj o la Basílica de San Salvador. Si te apetece, puedes dar un paseo por la emblemática calle Jerzual para disfrutar de un ratito en su puerto de ensueño. Desde sus murallas obtendrás además una increíble vista de la parte baja de Dinan y de su increíble acueducto.
14. Costa de Granito Rosa.
¿Quién no ha escuchado hablar de la Costa de Granito Rosa? Si estás preparando una ruta por Bretaña, debes incluir esta zona en tu itinerario sí o sí. Y es que la popular Costa de Granito Rosa, extendida aproximadamente desde Trébeurden hasta Perros-Guirec a lo largo de unos 30 kilómetros, es una fascinante obra de la madre naturaleza a base de rocas con formas de lo más peculiares de un característico color anaranjado que contrastan con el intenso color azul del Canal de la Mancha.
En este paseo por la route de la corniche, tendrás la oportunidad de disfrutar de acantilados azotados por sus bravas mareas, faros como el de Mean Ruz, increíbles playas de arena blanca, un sinfín de fauna y flora, palacetes, castillos sobre islotes como el de Costaérès o coquetos pueblecitos. Si no dispones de mucho tiempo, te recomendamos que visites el sendero de los aduaneros, que aglutina en poco trozo toda la esencia de este brutal paisaje.
15. Faro Petit Minou.
El faro del Petit Minou está situado en la rada de Brest, frente al fuerte militar de Vauban y en la comuna de Plouzané. El foco fue inaugurado en 1848, y desde entonces el precioso faro de Petit Minou guía a los navegantes y deleita a miles de turistas anualmente.
Sus 26 metros de altura hechos a base de piedra contrastan con la cubierta de la luz, decorada en un precioso color rojo. El Petit Minou dibuja el horizonte posado sobre en un enorme peñón conectado por un sinuoso puente de piedra que hace las delicias de cualquier fotógrafo. Disfrutar aquí de un atardecer con el sonido del mar y semejantes vistas, es una experiencia simplemente inolvidable.
16. Maison de Nichtarger.
La Maison de Nichtarger está situada frente al encantador pueblo de Saint-Cado, ubicado en la ría de Etel. Esta zona es un verdadero espectáculo de la naturaleza debido a las marismas, islotes y penínsulas que aquí se forman.
En este enclave ostrícola, destaca la pequeña casita de puerta y ventanas azules situada sobre una roca. La Maison de Nichtarger, o conocida también como la casita de las ostras, fue erigida en 1894 como vivienda de una familia dedicada a la pesca de ostras. Este lugar y su entorno bien merecen una visita, y si te gusta la fotografía o la pintura, sin lugar a dudas ¡te encantará!
17. Doëlan.
Entre los parques ostrícolas de Belon y la apacible Laïta se encuentra el precioso puerto de Döelan, otro de los mejores lugares que ver en Bretaña. Anclado al fondo de una ría estrecha y bajo la protección de un gran dique, encontramos un entorno de cuento a base de casitas blancas escalonadas, pequeñas embarcaciones de recreo, coquetos restaurantes con productos del mar y dos preciosos faros; uno verde y blanco y otro rojo y blanco.
En este lugar tan íntimo donde impera la paz, parece que la vida se haya detenido. Sentimos un flechazo brutal. Doëlan fue en su pasado un importante puerto pesquero dedicado especialmente a la pesca de sardina. En la actualidad esta industria carece de la importancia que tuvo antiguamente, pero podrás observar cada tarde en su puerto un mercado donde los pescadores venden lo recogido ese mismo día. Un lugar con un encanto demasiado especial como para que te lo pierdas.
18. Rochefort-en-Terre.
Uno de los pueblos más bonitos de Francia es Rochefort-en-Terre. Y no porque lo digamos nosotros, es que así tienen catalogada a esta coqueta villa los propios galos. Esta bonita localidad situada entre bosques y sobre un peñasco, nos sorprendió con calles empedradas y casitas de entramado de madera de diferentes colores y otras de piedra, como si en una película de Disney estuviéramos.
El castillo de Rochefort-en-Terre debería ser su gran reclamo, pero sin embargo, casi pasa desapercibido debido a la belleza de su casco urbano del s.XII. En tu paseo entre estas bonitas casitas, pozos e iglesias, encontrarás un sinfín de pastelerías, restaurantes, tiendecitas, talleres artesanos o panaderías. Eso sí, todas con un encanto de lo más especial.
Sabemos que en verano las flores engalanan esta bella localidad resaltando todo su esplendor. Nosotros la visitamos en navidad repleta de la decoración, y comprendimos a la perfección porque dicen que es uno de los pueblos más bonitos de Francia.
19. Saint-Goustan.
En la ría del golfo de Morbihan, a orillas del río Auray encontrarás el encantador puerto de Saint-Goustan, otro de los mejores lugares que ver en Bretaña. Esta pequeña localidad de origen medieval fue un importante puerto de paso debido a su posición estratégica. De hecho, tal era su importancia que aquí amarró su navegación Benjamin Franklin en 1776 para tener una audiencia con Luis XVI sobre la independencia americana.
Además de su increíble historia, Saint-Goustan tiene otro mérito; haberse mantenido intacto a pesar del paso del tiempo. Dar un paseo por sus calles adoquinadas y empinadas es como viajar al pasado. Todavía podrás observar sus casitas de entramado de madera, su bonito puente de piedra del s.XIII y sus activos muelles. Merece la pena perderse por sus plazas y callejuelas, entre cafeterías, tiendecitas y panaderías. Acaba tu paseo en las rampas de acceso al río Loch, desde aquí obtendrás unas preciosas vistas de la localidad.
20. Château de Keriolet
Otro de los mejores lugares que ver en Bretaña es el Castillo de Keriolet. Esta majestuosa construcción fue originariamente una mansión bretona del s.XIII, y que posteriormente fue transformada en un magnífico castillo en el s.XIX por la princesa imperial rusa Zénaïde Narischkine Youssoupoff para su marido.
Esta construcción neogótica y romántica está situada en la localidad de Concarneau. Si estás interesado en visitar su interior, estás de suerte. Existen visitas a su interior, donde podrás observar sus salas, capillas, decoración y fornituras, así como los frondosos jardines. Una visita ideal si te gustan los Castillos.
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Esperamos que este artículo sobre los 20 mejores lugares que ver en Bretaña te haya sido muy útil para organizar tu próximo viaje por esta preciosa región francesa. Si tienes alguna recomendación o sugerencia, no dudes en contactar con nosotros para que podamos seguir mejorando nuestro contenido. ¡Buen viaje!
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