La capital belga, además de ser la sede administrativa de la Unión Europea, es una ciudad repleta de historia, cultura y lugares de máximo interés que no puedes dejar de visitar. A pesar de que muchos deciden dedicarle un sólo día a recorrer Bruselas, nosotros aconsejamos estar por lo menos durante dos días, y saborear la ciudad como se merece. Por ello, aquí te contamos los 20 lugares imprescindibles que ver en Bruselas en dos días, para disfrutar de la ciudad al máximo.
QUÉ VER EN BRUSELAS. 20 LUGARES IMPRESCINDIBLES.
1. Grand Place.
La Grand Place es el icono de la capital belga por excelencia y uno de los lugares imprescindibles que ver en Bruselas. Se trata del centro comercial, histórico y geográfico de Bruselas, además de uno de los lugares más visitados y transitados por locales y turistas. La plaza está rodeada de decenas de espléndidos edificios, constituyendo uno de los conjuntos arquitectónicos más bellos de toda Europa. Es muy recomendable visitarla tanto de día, como con la iluminación nocturna.
Entre todos estas obras arquitectónicas, destaca por su belleza y antigüedad el ayuntamiento. El ayuntamiento fue erigido en 1459 en dos fases dirigidas por dos arquitectos diferentes, lo cual explica que no sea simétrico. Además de su impresionante fachada, destaca la impresionante torre de 96 metros de altura con la estatua de San Miguel en lo alto. Es posible realizar visitas en su interior.
Además del impresionante ayuntamiento con su majestuosa torre, a su derecha encontramos edificios gremiales, que podrás identificar en base a la decoración de sus fachadas a que gremio pertenecía en la antigüedad. Es impresionante. Otros de los edificios destacados en la plaza es la Maison du Roi o La Casa del Rey, que durante muchos años fue la residencia de los monarcas. En la actualidad es el Museo de la Ciudad.
Tampoco puedes dejar de observar otros edificios como la Maison des Ducs de Brabant o le Pigeon, que fue la vivienda en la que se alojó Victor Hugo durante su exilio en Bélgica. Le Renord, le Corte o Le Roy d’Espagne, son otros de los edificios más bellos de la plaza. Le Roy d’Espagne es el bar más famoso de la plaza, ofreciendo unas vistas privilegiadas desde su terraza.
Esta plaza ha sido testigo de infinitos momentos históricos, testigo de la inquisición, ejecuciones, así como bombardeos. De hecho, la plaza fue destruída casi en su totalidad en la Guerra de la Liga de Augsburgo, ya que la mayor parte de las casas estaban construidas en madera. El ayuntamiento consiguió sobrevivir a estos ataques, y el resto de edificaciones fueron levantadas en piedra, devolviéndole la belleza y prestigio a este maravilloso lugar.
En la actualidad, la plaza acoge acontecimientos festivos y culturales con muchísima frecuencia. El más destacable es la inmensa alfombra de flores compuesta por más de 500.000 plantas que se coloca en el centro de esta.
2. Palacio de Justicia.
El Palacio de Justicia es otro de los lugares que ver en Bruselas, si no quieres dejar de alucinar. Se trata uno de los edificios más grandes e impresionantes que se pueden contemplar en Europa, además de ser la sede de los tribunales de justicia belga.
La construcción del edificio comenzó en 1866, y para ello fue necesario demoler 3.000 viviendas. Cuando su construcción terminó en 1883, fue el edificio más grande del mundo. Su tamaño es de 26.000 metros cuadrados de superficie y 104 metros de altura, y su situación, en la zona alta de Bruselas, permite que el edificio sea visible desde casi toda la ciudad.
En el final de la WWII, cuando los nazis se vieron obligados a abandonar el país belga, incendiaron el edificio, haciendo que la cúpula se viniera abajo. Por ello, la cúpula actual es una reconstrucción más alta y menos ancha, que no respeta la forma de la original.
3. Palacio Real.
La construcción del Palacio Real comenzó a principios del siglo XIX a manos de Guillermo I, rey de los Países Bajos. Durante el reinado de Leopoldo II el palacio sufrió muchas remodelaciones y ampliaciones. El palacio está situado junto al parque de Bruselas, en la parte alta de la ciudad, junto a algunos de los edificios más emblemáticos de la ciudad.
Ya hace más de un siglo que el Palacio Real de Bruselas no es la residencia de los monarcas. A pesar de que sigue siendo la sede la monarquía constitucional belga, los reyes viven en el Palacio de Laeken, a las afueras de la ciudad. En su interior se encuentran instaladas las oficinas de los reyes, algunos ministerios, salas de reuniones oficiales y habitaciones para los jefes de estado invitados.
El palacio abre sus puertas para realizar visitas durante el verano, desde el 21 de julio, que es el día del país, hasta principios de septiembre.
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4. Manneken Pis.
El Manneken Pis fue creado en 1388, y es otro de los iconos por excelencia de la ciudad de Bruselas, y la decepción de muchos turistas debido a su reducido tamaño. Está situado en las inmediaciones de la Grand Place, siempre rodeado de una multitud cámara en mano. Se trata de una estatuilla de unos 50 centímetros que representa un niño desnudo orinando en la pila de una fuente.
A pesar de ser uno de los símbolos más representativos y queridos de Bruselas, se sigue desconociendo su origen real, y son infinitas las leyendas que lo envuelven. A pesar de esto, su pequeño tamaño y su gran importancia, han hecho que en varias ocasiones diferentes ejércitos intentaran robarla. Finalmente, la original alguien acabó llevándosela, por lo que la que vemos en la actualidad es una réplica que se colocó en el mismo lugar en 1619.
Hay varias curiosidades que seguro que no conoces sobre esta estatuilla, y es que tiene un vestuario más amplio que cualquier turista que vaya a visitarlo. En 1698, un gobernador le regaló a la estatua una pieza de vestir, y desde entonces, se ha convertido en tradición.
En la actualidad en Manneken cuenta con más de 1.000 trajes, además de contar con un trabajador que se dedica a cambiarlo de vestuario. Nosotros tuvimos la oportunidad de verlo con uno de esos trajes, y además sin el. Otra de las cosas que seguro que desconocías es que muy próxima a la Grand Place, existe también una versión femenina mucho menos conocida, Jeanneke Pis.
5. Parque y Palacio del Cincuentenario.
Bruselas cuenta con amplias zonas verdes para el descanso y la tranquilidad, y el parque del Cincuentenario es una de ellas. Este parque público está situado en el barrio europeo, y cuenta con una serie de edificios construidos durante la Exposición Nacional de 1880, además del Palacio del Cincuentenario.
El Palacio del Cincuentenario fue construido para celebrar los 50 años del nacimiento de Bélgica como nación independiente, y en la actualidad uno de los edificios más representativos de la capital. Su parte más característica en el arco del triunfo dominado por una cuadriga de bronce, que inevitablemente nos recuerda a la Puerta de Brandeburgo de Berlín. Realmente merece la pena dar un paseo por esta zona.
6. Atomium.
El Atomium es para Bruselas lo que la Torre Eiffel para París, y por ello es otro de los lugares imprescindibles que ver en Bruselas. El monumento fue diseñado como símbolo y pabellón principal de la Exposición Universal de Bruselas de 1958 en el parque Heizel, representando un enorme átomo de 102 metros de altura, formado por 9 esferas de 18 metros de diámetro comunicadas entre sí por tubos con escaleras mecánicas.
De estas 9 esferas, 6 están abiertas al público ofertando diferentes exposiciones permanentes e itinerantes. Además, en la esfera superior, encontrarás un restaurante con unas espléndidas vistas.
La obra diseñada por André Waterkeyn, al igual que la famosa torre de Eiffel, fue criticada en un primer momento por la ciudadanía, que no conseguía encontrar belleza en este tipo de sorprendentes instalaciones. Sin embargo, este se ha convertido en el mayor atractivo turístico de la capital.
7. Catedral de Bruselas.
Otro de los lugares que ver en Bruselas, es la Catedral de San Miguel y Santa Gúdula, uno de los monumentos más importantes de Bruselas, ya que está considerada como la principal iglesia católica de Bélgica. Su construcción comenzó en el siglo XIII en un estilo gótico, sobre una construcción románica del siglo XI. Originalmente era conocida como la iglesia de San Miguel, hasta que en 1047 depositaron en su interior los restos de Santa Gúdula, adoptando el nombre actual.
El interior de la catedral es más sobrio de lo que esperaríamos, ya que fue saqueada en varias ocasiones por parte de los iconoclastas protestantes y los revolucionarios franceses. Pese a todo esto, todavía podemos observar el púlpito barroco tallado en madera del año 1699, así como vidrieras de 1540, el «tesoro» situado en la Capilla de Santísimo Sacramento, confesionarios de roble del siglo XVII, enormes estatuas y una gran multitud de objetos litúrgicos y religiosos.
8. Basílica del Sagrado Corazón.
La Basílica del Sagrado Corazón es otro de esos lugares imprescindibles que tienes que ver en Bruselas. Está situada en el barrio de Koekelberg y es una joya de la arquitectura del siglo XX construida en fantástico estilo Art Decó. Con 89 metros de alto y 167 de largo, la convierten en la quinta iglesia más grande del mundo.
Esta basílica se construyó para conmemorar el 75 aniversario de la independencia de Bélgica. El Rey Leopoldo II puso la primera piedra en el año 1905, pero su construcción tuvo que detenerse durante las dos Guerras Mundiales, de modo que no se vio terminada hasta 1971.
Si algo nos llamó la atención del Sagrado Corazón belga, fue su imponente cúpula verde combinada con el color rojizo de la piedra caliza y terracota. Además de constar con un interior inmenso, es que puedes subir a la terraza de la basílica y disfrutar de unas vistas de 180º a más de 50 metros de altura. Es una verdadera pasada.
9. Comisión Europea.
La Comisión Europea es una de las siete instituciones de la Unión Europea. Ostenta el poder ejecutivo y la iniciativa legislativa, encargándose de proponer legislación, aplicar las decisiones comunitarias, defender los tratados de la Unión, así como de los asuntos diarios de la Unión. Opera de manera independiente a los Gobiernos nacionales y representa y defiende los intereses de la Unión.
La Comisión actúa a modo de un «Gobierno de Europa», y se compone de veintisiete miembros, habiendo un representante por cada Estado miembro, obligados a representar los intereses de la UE en su conjunto.
Es posible realizar visitas a la Comisión Europea, esta abre sus puertas para grupos de 15 personas. La visita suele consistir en una charla introductoria sobre la Institución, acompañado de un recorrido por el interior de las instalaciones. Debido a que la demanda para realizar estas visitas es muy alta, es importante solicitar tu visita con una antelación aproximada a 10 semanas. Así que si te interesa realizar la visita, ya sabes que hacer!
10. Palacio de Coudenberg.
Justo debajo de la Place Royal se encuentran los vestigios del destruido y sepultado Palacio de Coudenberg, el antiguo Palacio de Bruselas. Este fui construido entre los siglos XI y XII sobre la colina de Coudenberg, y tras el paso de los años este fue creciendo y reformándose para acoger a diferentes familias nobles.
Debido a esto, el palacio de Coudenberg se convirtió en todo un símbolo de poder real, que dejaba atónitos a sus invitados con sus inmensos jardines y extensas colecciones artísticas. Sin embargo, en 1731, un terrible incendio arrasó la zona destruyendo el palacio y haciendo que este fuera derruido y sus ruinas quedaran sepultadas por el Nuevo Palacio Real de Bruselas. Es recomendable visitar las ruinas y recorrer las escasas estancias que quedan en pie.
11. Galerías Reales Saint-Hubert.
Las Galerías Saint Hubert, diseñadas en 1847, fueron las primeras galerías comerciales de Europa. Las Galerías están divididas en tres zonas; la Galería de la Reina, la Galería del Rey y la Galería de los Príncipes.
Ante nosotros encontramos 200 metros de galería, que bajo una impresionante cúpula de cristal, alberga todo tipo de tiendas y comercios. Joyerías, un cine, firmas de moda, un pequeño teatro, exclusivas chocolaterías y cafeterías. Estas conectan la parte histórica de la capital belga con la zona más moderna de la ciudad. Hay tres accesos a la galería; la Rue du Marché aux Herbes, la Rue des Bouchers o la Rue de l´Ecuyer.
Sin lugar a dudas, es uno de los lugares más majestuosos de la ciudad, y que por un momento, nos transporta a épocas pasadas. La elegancia arquitectónica y de sus comercios, son un gusto para cualquier visitante.
12. Jeanneke Pis y Zinneke Pis.
Y si existe el Manneken Pis, ¿porque no crear una réplica femenina o una de un perro? Eso debieron pensar sus creadores al realizar el Jeanneke Pis y el Zinneke Pis.
Jeanneke Pis es la versión femenina del icono de Bruselas, creada en 1987 a petición del dueño de un restaurante, a pesar de ser mucho menos conocida que la versión masculina. En este caso, encontramos a una niña de cuclillas orinando tras un enrejado.
La escultura está situada en el pequeño callejón Impasse de la Fidélité, en las inmediaciones de la Grand Place y próximo a la famosa cervecería Delirium Tremens. Zinneke Pis, sigue la línea de estas dos esculturas, solo que se trata de un perro levantando la pata para orinar en la calle.
13. Mont des Arts.
Otro de los lugares que ver en Bruselas, sin lugar a dudas, es la zona del Mont des Arts. En esta zona elevada de la ciudad, se encuentran muchos de los museos más relevantes de la ciudad, como el Museo Magritte o el Museo de los Instrumentos Musicales, que ocupa parte del edificio Old England.
Además de museos, galerías de arte y tiendas especializadas que hacen las delicias de los amantes del arte, en esta zona también encontrarás la Biblioteca Real de Bélgica, que en el último piso alberga una cafetería con unas excelentes vistas de la ciudad.
Si tu bolsillo no te lo permite, no te olvides de callejear por todo esta majestuoso zona, ya que al estar en un alto, ofrece unas vistas increíbles del casco antiguo de Bruselas desde diferentes puntos, convirtiéndolos en miradores improvisados. Desde luego, pasear por Mont des Arts, es una de las mejores cosas que hacer en Bruselas.
14. Parlamento Europeo.
El Parlamento Europeo, también conocido como Eurocámara, es la institución parlamentaria que en la Unión Europea representa directamente a los ciudadanos de la Unión y que ejerce la función legislativa, junto con la Comisión Europea y el Consejo de la Unión Europea. Por ello, es considerada la «primera institución» de la UE.
Nosotros no quisimos irnos de Bruselas sin hacer una visita al interior del Parlamento Europeo. Esta visita puede ser de manera individual o en visita guiada, y te permite conocer algunas de las zonas abiertas al público. Es recomendable, puesto que te da la oportunidad de conocer un poco más de cerca la historia, importancia, trabajo e instalaciones de esta institución comunitaria. En la web oficial puedes encontrar toda la información.
15. Delirium Tremens Café.
Una de las mejores cervecerías de Bruselas es Delirium Café, situada muy cerca de la Jeanneke Pis. Tal vez no sea el local más auténtico, puesto que se ha vuelto muy turístico al formar parte del Libro Guiness de los Récords por ofrecer más de 2.000 cervezas diferentes. Sin embargo, la visita es muy recomendable puesto que el ambiente que se forma aquí cada tarde noche es brutal.
Si tienes la oportunidad y eres fan de la cerveza, no dejes de probar alguna. Además, el servicio te explicará amablemente el origen y proceso de cada uno de sus productos.
16. Mural de Tintin.
Otra de las cosas que ver en Bruselas, y probablemente una de las mas originales, es hacer la ruta del cómic. Hace ya unos 20 años, las fachadas, paredes y muros de la capital belga comenzaron a llenarse de color con algunos de los héroes del cómic. Con el paso de los años, este pequeño gran homenaje ya suma más de 50 graffitis repartidos por diferentes rincones de la ciudad.
Tintín, Marsupilami, Spirou, Blake y Mortimer, los pitusos, Lucky Luke… estos son algunos de los personajes que podrás ver realizando la ruta del Cómic.
Probablemente, uno de los más famosos sea el mural lateral que representa a Tintín, Milú y el capitán Haddock descendiendo unas escaleras. Pero francamente, todas y cada uno de estas obras merecen la pena ser buscadas, exploradas y visitadas. Es sin lugar a dudas, una de las mejores y más divertidas cosas que hacer en Bruselas.
17. Barrio de Sablon.
Una de las cosas menos conocidas que hacer en Bruselas, es pasear por el barrio de Sablon. Se trata de una zona repleta de bares, restaurantes, pequeños comercios, que alberga un mercadillo de antigüedades cada fin de semana. Y por supuesto, arquitectónicamente hablando, es una de las zonas más bellas y especiales de la capital belga.
Sin lugar a dudas, no te puedes marchar del barrio de Sablon sin visitar la place du petit Sablon, una preciosa plaza pública rodeada de jardines que se creó en 1890 para reflejar el nacionalismo belga y el orgullo del país tras la independencia lograda por Bélgica.
Tanto es así, que la valla exterior que existe alrededor de la plaza cuenta con 48 estatuas de bronce, representando los antiguos gremios medievales que existían en la ciudad. También encontrarás un monumento dedicado a los condes de Egmont y Homes, que fueron ejecutados en la Grand Place por liderar una revuelta contra España en el siglo XVI y se convirtieron en un símbolo de la resistencia flamenca.
Desde esta plaza también se tiene una excelente vista de la Iglesia de Nuestra Señora de Sablon, otro de los grandes imprescindibles de la zona.
18. Rue Rollebeek.
Rollebeek significa literalmente arroyo curvado, y en este caso, la pequeña calle con pendiente era entonces el único vínculo de le Sablon con la parte baja de la ciudad, de ahí el nombre. Y es que, en este paseo por el barrio de Sablon, hemos querido destacar esta pintoresca calle.
La Rue de Rollebeek es una calle peatonal con un encanto inigualable, repleta de galerías de arte, tiendas originales y buenos restaurantes y bares. Y por supuesto, chocolaterías y tiendas de dulces. Aquí podemos encontrar la famosa Maison Dandoy, el obrador más conocido y antiguo de Bruselas. Desde 1829 llevan preparando los deliciosos speculoos, que te recomendamos que pruebes sin ninguna duda.
Además, a todo esto le añadimos que es una «Rue» llena de ambiente, y rodeada de algunos edificios que nos transportan a épocas pasadas. A nosotros nos encantó, y te recomendamos que des un breve paseo por Rollebeek.
19. Palacio de la Bolsa.
León Suys construyó en el Boulevard Anspach entre 1868 y 1873 uno de los edificios más majestuosos de la capital belga. La Bolsa de Bruselas, en pleno centro de la ciudad y a escasos metros de la Grand Place, se ha convertido en uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad y uno de los mayores puntos de encuentro de esta.
En plena expansión económica, este imponente edificio vino a responder a la necesidad esencial de un lugar donde realizar las transacciones comerciales. Ocupa el emplazamiento del antiguo mercado de la mantequilla, que a su vez se levantaba sobre los restos del antiguo convento de recoletos.
Para ello, Suys aplicó un estilo neoclásico y neorrenacentista con numerosos elementos decorativos que lo han convertido en una de las construcciones del s. XIX más ornamentadas de Bruselas. El ecléctico edificio une grandeza y fantasía, con una explosión de adornos, detalles y esculturas. El frontón por ejemplo, está adornado con un bajorrelieve que representa a Bélgica protegiendo la industria y el comercio, y algunas de las esculturas están firmadas por Rodin. En la actualidad, se ha convertido en un espacio de exposiciones temporales, conciertos y eventos.
20. Museo de los instrumentos, edificio Old England.
Otro de los lugares que ver en Bruselas, es el edificio Old England alberga en la actualidad el Museo de los Instrumentos Musicales. Se trata de un espacio dedicado a instrumentos de todo tipo, origen y épocas. Pero probablemente, esto no sea lo más interesante del edificio Old England si no eres un gran amante de la música y esta temática tan concreta.
El edificio en sí, es una joya del Art Noveau. Se construyó en 1899 para albergar los almacenes homónimos. Su fachada construida a base de hierro forjado y vidrio, con el mirador abovedado de la última planta y la torre lateral, hacen las delicias de cualquier caminante que lo contemple. Además, por si esto fuera poco, en la última planta podrás encontrar una cafetería que ofrece una vista panorámica de la ciudad. Sin lugar a dudas, una de las mejores vistas de toda la ciudad de Bruselas.
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