La Cámara de la Reina es la siguiente parada en nuestra visita al Castillo Palacio Real de Olite. Esta sala fue construida por orden de Carlos III el Noble para que la reina Leonor pasase estancias más largas en su tierra natal, Navarra. Los ventanales estaban decorados con coloridas vidrieras, los suelos lucían con esmaltadas cerámicas, los techos tenían artesanados de madera, mientras que las paredes lucían vivos colores y tapices bordados con hilo de oro.

Una enorme chimenea calentaba la colorida y alegre estancia, que además estaba conectada con el jardín colgante de la reina. Como podrás comprobar, en la actualidad todas las salas están vacías, sin mobiliario y con paredes desnudas. Es recomendable que tengas toda la información antes de tu visita, para que puedas imaginar como fue el lugar en su época de máximo esplendor.

Tras la Cámara de la Reina, paseamos hasta la Cámara del Rey, con una enorme chimenea y enormes ventanales. En su enorme superficie de techos artesonados de madera se celebraron grandes eventos de la corte, grandes banquetes y recepciones. Sin lugar a dudas, la Cámara del Rey fue la estancia más importante del complejo.

Justo al lado de la Cámara del Rey verás la Cámara de los Yesos. A través de unas vitrinas podrás observar los paneles de yesería originales de la sala, repletos de cenefas y motivos mudéjares. Nos gustó muchísimo poder observar esta sala, y hacernos una idea de cómo de esplendoroso fue el interior del Palacio Real de Olite en su día.

Sin lugar a dudas, la próxima parada en la ruta por el Castillo de Olite es uno de los lugares estrella de la visita. La Galería del Rey, conectada directamente con la Cámara del Rey, es una auténtica joya. Se trata de un enorme balcón desde el cual el monarca podía observar los patios de la Morera y la Pajarera, además del jardín de naranjos que había a sus pies. Sus bonitos arcos góticos repartidos en dos alturas repletos de motivos vegetales son uno de los lugares con más encanto y más fotogénicos de todo el castillo.

Nuestra visita al Castillo Palacio Real de Olite continua en la Galería de la Reina, que fue construida en el año 1418 como jardín colgante dentro de un claustro de dos alturas. En cada esquina había plantado un naranjo, en el centro un pequeño estanque con una fuente octogonal y multitud de rosales traídos de Alejandría por toda la galería. En la actualidad podrás observar un pequeño claustro de 22 arcos repleto de plantas trepadoras.

Dejando atrás la galería de la reina, comenzamos la ruta por las torres, miradores y balcones del Castillo de Olite. La primera parada es en la Torre de la Atayala, la que mejor conserva su estado original y la que en su día fue la más alta del complejo palaciego.

La torre destaca por la copa que la corona y por el gran ventanal con el símbolo del lazo eterno, que Carlos III adoptó como sello real. Desde lo alto de la Torre Atalaya podrás disfrutar de unas espléndidas vistas del entorno, llegando a avistar el pueblo vecino de Ujué.

La Torre de los Cuatro Vientos es otro de los lugares que no te puedes perder dentro del Castillo Palacio Real de Olite. Esta torre le debe su nombre a la exposición de los cuatro vientos que hay en la zona; cierzo, solano, negro y bochorno.

Aunque esta también fue conocida como la torre de las tres ventanas. Tras sus cristaleras los monarcas avistaban las fiestas, justas, torneos, partidas de pelota y corridas de toros. Si te fijas bien, en la bóveda de la torre podrás observar un escudo de armas de Navarra-Évreux, la estirpe de Carlos III.

La tercera torre a visitar es la Torre del Portal Fenero, construida sobre uno de los cuatro portales de entrada a la villa. Justo al lado darás con la Torre del Aljibe, la que fue la cisterna que abastecía el sistema de riego del castillo.

Y si sigues un poquito más adelante en el recorrido, podrás subir a la Torre del Homenaje, la que era el cuerpo central del palacio. En su interior se situaban las cámaras doradas, la Sala de Guardarropa y la Sala de las Damas de la Reina. Durante la restauración del s.XX, se decidió hacer la torre más alta, alcanzando los 40 metros de altura, con la intención de darle más vistosidad al palacio.

La Torre de las Tres Coronas, la última a visitar, es sin lugar a dudas nuestra favorita. Esta torre que presenta tres cuerpos octogonales que van disminuyendo gradualmente, dice la leyenda que fue erigida como lugar de juego para los hijos del monarca. Desde lo alto de su estrecho balcón podrás avistar el Palacio Viejo, las ruinas de la Capilla de San Jorge y el pozo de hielo.

La visita continúa en el Patio de la Pajarera, otro de nuestros lugares favoritos. Se trata de una explanada flanqueada por torres y que ofrece una preciosa vista del castillo en su conjunto, que antiguamente se utilizó como pajarera. El rey colocó una enorme red en el patio para que sus aves tuviesen un espacio donde vivir. Justo en los jardines que había al lado, el rey trajo animales exóticos como lobos, leones, búfalos, avestruces, camellos… ¡de locos! 😅

La visita la terminamos en el Patio de la Morera, conocido así por la morera que lo preside desde hace más de 300 años. Te recomendamos que una vez finalices la visita al interior del Castillo Palacio Real de Olite, te acerques a lugares como el Pozo de Hielo o el Palacio Viejo, que también formaron parte del complejo palaciego.

El Pozo de Hielo lo podrás encontrar en la parte trasera del Palacio Nuevo, el que visitas en su interior. Un bonito camino de cipreses enmarca el castillo, donde podrás observar el curioso pozo de hielo. Se trata de un pozo con forma de huevo erigido en el año 1600, que servía como lugar de refrigerio para los alimentos de los habitantes de Olite.

Por último, el Palacio Viejo, erigido en el s.I, es el núcleo originario del Castillo Palacio Real de Olite. Esta antigua fortaleza fue frecuentada por los monarcas navarros desde el s.XIII hasta la ampliación del Castillo Palacio durante el reinado de Carlos III el noble.

🎟️ Entradas para el Castillo Palacio Real de Olite. ¿Dónde comprarlas y cuanto cuestan?

La entrada para el Castillo Palacio Real de Olite tiene varias tarifas. Puedes hacerte con tus entradas en la web oficial del Castillo Palacio Real de Olite o en la propia taquilla del Castillo.

La entrada general tiene un precio de 4,40€.

Con Carné joven tiene un precio de 2,50€.

Mayores de 65 años tiene un precio de 2,50€.

Niños de 0 a 5 años la entrada es gratuita.

Niños de 6 a 13 años tiene un precio de 2,50€.

Personas con diversidad funcional la entrada es gratuita.

*Las tarifas son conforme a los precios del año 2022. Recuerda comprobar en la página web oficial los precios, por si pudiese haber alguna alteración.

📝 Consejos para visitar el Castillo Palacio Real de Olite.

• Mantente en silencio por educación y respeto.
• Dedícale como mínimo 01.00h hora a la visita para poder disfrutar del lugar como se merece.
• Intenta evitar temporada alta, puentes y días festivos.

💬 Opinión sobre nuestra visita al Castillo Palacio Real de Olite.

A nosotros nos encantó visitar el Castillo Palacio Real de Olite. Llevamos toda una vida conociendo el lugar, debido a que se encuentra a 30 minutos de Pamplona, de nuestro hogar. Si bien es cierto, que hasta este año no nos habíamos animado a entrar dentro, y que gran error.

El castillo es precioso, tiene rincones maravillosos, y la restauración es muy fiel al lugar original. Si bien es cierto, nos hubiese encantado encontrar las salas decoradas con mobiliario inspirado en la época medieval, y así poder hacer una auténtica inmersión histórica. Si estás visitando la zona, podemos afirmar que el Castillo de Olite es uno de los mejores lugares que ver en Navarra, te lo recomendamos al 100%.

➕  Más lugares que ver en Olite.

Si te has quedado con ganas de conocer más sobre la historia y cultura de Olite, debes dar un paseo por el pueblo medieval y conocer sus rincones, sus palacios, sus iglesias, sus plazas, sus calles y su deliciosa gastronomía. Olite es un pueblo encantador que seguro que terminará por enamorarte.