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🚍​ Itinerario de RUTA POR LA COSTA AZUL. Roadtrip por libre de 6 días.

La Costa Azul, también conocida como Riviera Francesa, es una de los centros turísticos más importantes de Francia y Europa. A partir de la segunda mitad del s.XX, muchos pueblos y ciudades de esta zona francesa se convirtieron en el lugar predilecto de aristócratas y burgueses europeos.

Y es que a su suave clima y su impresionante paraje no se pudo resistir ni el mismísimo Winston Churchill. A partir de entonces y gracias al prestigioso festival de Cannes, la Costa Azul ha sido lugar de veraneo para diferentes personalidades del mundo del arte, así como de la política o la clase alta.

En este post te contamos nuestro itinerario de Ruta por la Costa Azul en 6 díasEsperamos que esta guía te sea muy útil para organizar y visitar algunos de los lugares más espectaculares de la preciosa Riviera Francesa. Así que, anota y ¡a disfrutar de la aventura!

🚍​ ITINERARIO DE RUTA POR LA COSTA AZUL. ROADTRIP POR LIBRE DE 6 DÍAS.

 

Día 1. Saint-Tropez- Château d’Astros- Saint-Raphaël.

La Costa Azul, conocida también como la Riviera Francesa, es una pintoresca zona costera ubicada en el sudeste de Francia y perteneciente a la Provenza. Tras varios días recorriendo en furgo diferentes ciudades, pueblecitos, castillos, parques naturales… de la Provenza, pusimos rumbo hacia la costa para redescubrir la Costa Azul, lugar que habíamos visitado más de 10 años atrás.

Nuestra ruta por la Costa Azul comienza en el pueblecito de Saint-Tropez, ya que es el punto más cercano a ciudades como Marsella o Nimes, que es justo la zona que habíamos estado visitando previamente. Llegamos a Saint-Tropez a eso de las 09.30h de la mañana, el terrible calor de agosto hace que dormir por las noches sea complicado y no nos permita madrugar mucho más 😅​.

Una vez aparcamos en el parking del puerto, comenzamos nuestra ruta por este bello pueblecito. Saint-Tropez es un pequeño pueblecito que se popularizó a partir de los años 50 gracias al cine. A partir de entonces se convirtió en un diminuto y selecto paraíso mediterráneo frecuentado por las más altas clases. Un lugar idílico creado para sostener una industria mucho más grande que el propio pueblo en sí, y este es un patrón que fuimos viendo repetidamente en varios pueblos a lo largo de la Costa Azul.

Qué ver en Saint Tropez Costa Azul Provenza Playas

Tal vez la falta de conexión ferroviaria directa con Saint-Tropez ha podido frenar un crecimiento vertiginoso y más descontrolado de la zona. Aunque por otro lado, no ha podido parar el crecimiento de su prestigio, y por ello, de sus precios. En Saint-Tropez podemos encontrar los vehículos más caros, las tiendas de más alta gama, así como cientos de yates en un pequeño puerto que parece no dar más de si.

A pesar de esta sobre explotación de un pueblo tan bucólico, y especialmente en julio y agosto, Saint-Tropez tiene un encanto muy pero que muy especial, y lo convierte en uno de los pueblos más bonitos de la Costa Azul. Sus callejas repletas de casitas de colores y ese interminable olor a sal, tienen gran parte de culpa.

En nuestro recorrido no nos quisimos perder su maravilloso casco antiguo, donde pudimos disfrutar de la Place Aux Herbes, el Puerto de Saint-Tropez, el Mercado de la Place des Lices, el Tour du Portalet, las playitas del casco antiguo y el Museo de la Policía y el Cine. También aprovechamos para curiosear algunas de sus tiendecitas de decoración y disfrutar del ambiente de sus calles, que son una auténtica delicia. La ruta por el casco histórico la finalizamos con un bonito paseo por la Ciudadela de Saint-Tropez y una maravillosa vista de este bonito pueblo costero.

Tras nuestro paseo por el casco antiguo de Saint-Tropez, pusimos rumbo a Château d’Astros, ubicado en el interior de la Costa Azul. Los azules de mar se tornaron en verdes, una zona boscosa y llena de viñedos fue nuestro paisaje hasta llegar a este maravilloso palacio.

Aparcamos en una arboleda frente a las puertas del Château, y tras cruzar su verja, nos adentramos en un completo viaje al pasado, en una auténtica novela del s.XVIII. El exquisito Château Astros, ubicado en la localidad de Vidauban y próximo al coqueto río de Argens, es otro de los mejores lugares que ver en la Costa Azul. Para comprender el origen de Astros, debemos remontarnos hasta el s.XIII, cuando caballeros templarios se asentaron en esta llanura para establecer una alquería templaria.

Esta alquería pasó a ser una granja, así como una hacienda con tierras cultivadas, hasta que en el s.XIX se levanta el actual Château Astros libremente inspirado en los palacios de la Toscana por un gran admirador del Renacimiento Italiano. Tras su espectacular fachada con columnas, se esconde una increíble escalera de mármolsalones delicadamente decorados, una cúpula con iconografía astrológicamobiliario a base de nobles materiales

El Château Astros es una oda al buen gusto, una mansión rodeada de viñedos, una capilla, un acueducto, bodegas, higueras, olivos, ganado, un precioso jardín repleto de estatuas… Si te apetece visitar el Château Astros, ¡estás de suerte! Ofrecen rutas del vino, así como participar en la cosecha de manzanaPuedes encontrar toda la información sobre el Château Astros aquí.

Tras nuestro paseo por el Château d’Astros, nos preparamos unas ensaladas en la furgo y las llevamos junto al Pont sur l’Argens, donde encontramos un rincón maravilloso junto al río Argens para comer. Si visitas la Costa Azul con niños, ir al río a comer algo para llevar, echar una siesta y darse un baño, es uno de los mejores planes que hacer. Este momento es uno de los mejores recuerdos que tenemos de nuestro viaje de la Costa Azul, era como estar dentro de la película «Call me by Your Name», un auténtico sueño.

Tras comer junto al río Argens, darnos un baño y echar una siesta, pusimos rumbo a la costa de nuevo, en concreto al pueblito de Saint-Räphael, otro de los lugares más populares y turísticos de la Costa Azul.

En sus orígenes, Saint-Räphael fue un pueblecito pesquero que a partir de la segunda mitad del s.XIX se convirtió en un destino muy turístico para la clase alta. Y esto súper comprensible, puesto que Saint-Raphael lo tiene todo; un entorno de ensueño, una costa infinita de playas y calas, comercio, varios puertos y ese aire bucólico entre pequeñas casas de colores y grandes palacetes.

Tras aparcar la furgo, comenzamos nuestro paseo por este pueblecito donde veraneaban Brigitte Bardot o Jean-Luc Godard en los años 50, donde nos encantó la vista que encontramos desde el puerto y su maravillosa Basílica Nuestra Señora de la Victoria. Saint-Räphael es un lugar ideal donde dar un paseo al atardecer y disfrutar de su espectacular ambiente y la infinita oferta gastronómica.

Tras nuestra visita a Saint-Räphael, nos dirigimos hasta el Cap Dramont, una zona de playa salvaje ideal donde hacer un picnic frente al mar mientras anochecía. En esta zona hay varios parkings para caravanas donde poder dormir, que es justo lo que hicimos.

 

Día 2. Maison Bernard- La Napoule Art Foundation- Cannes.

El segundo día de nuestra ruta por la Costa Azul comenzó despertándonos frente al Cap Dramont, con unas bonitas vistas al mar. Nos dirigimos a primera hora a la Maison Bernard, otro de los lugares más bonitos de la Riviera Francesa.  Se trata de una mansión construida en 1971 ubicada súper cerquita de Cannes, que no pasa para nada inadvertida.

El arquitecto Antti Lovag creó su proyecto “Habitologist” para el diseñador de moda Pierre Cardin, una casa a base de burbujas que nos evoca a un submarino o a una representación cinematográfica retro-futura de los años 60.

Esta casita de formas orgánicasestructura ondulada y diseño futurista cuenta con unas increíbles vistas del mar Mediterráneo. Su interior sigue la misma línea que el exterior, formas curvas y sinuosas, túneles y cavidadesorificios como ventanas, pasillos arqueados… y colorido, mucho colorido.

La disposición y utilización de materiales, formas y colores, es un auténtico sueño para los amantes del arte y la arquitectura, por lo que nos parece una visita imprescindible. Se realizan visitas guiadas de 8 personas todos los martes desde abril hasta octubrePuedes encontrar toda la información sobre la Maison Bernard aquí.

Tras nuestra visita a la Maison Bernard, condujimos durante 10 minutos hasta la Napoule Art Foundation, ubicada súper cerca de Cannes.  El Château de La Napoule es un increíble castillo construido en el s.XIV y declarado Monumento Histórico que goza de unas preciosas vistas del mar Mediterráneo, y que desde luego no te puedes perder en una ruta por la Costa Azul.

Ubicado en Mandelieu-la-Napoule, los restos de esta residencia medieval fueron adquiridos por una adinerada pareja estadounidense con la intención de reconstruir esta joya arquitectónica y devolverle todo su esplendor.

Y así fue. Henry Clews y Elsie Whelen diseñaron una auténtica obra neomedieval con un precioso jardín entre esculturas y estanques, que en la actualidad alberga una residencia para artistas, así como conferencias, conciertos, exposiciones temporales y espectáculosPuedes encontrar toda la información sobre el Château de La Napoule aquí.

Nosotros sólo visitamos el château tan sólo por fuera, pero es una auténtica maravilla. Nos acercamos hasta la Plage de la Raguette, desde donde encontramos una vista espectacular del lugar.

Después de visitar la Napoule Art Foundation nos acercamos hasta el casco antiguo de Cannes, ubicado a 20 minutos por carretera, para dar un bonito paseo y disfrutar de la ciudad.

Famoso por su festival de cine, Cannes es otro de los lugares más bonitos que ver en una ruta por la Costa Azul. A pesar de tener una forma de vida muy humilde hasta la edad moderna, es en el s.XIX cuando el Lord Henry Brougham se instala en la ciudad francesa y da comienzo a una época de apogeo. Es a partir de entonces cuando la ciudad de Cannes se convirtió en una ciudad balneario llena de aristócratas buscando un buen clima, un paisaje idílico y una buena gastronomía. En la actualidad sigue siendo un lugar de refugio veraniego para pintores, escritores, actores y todo tipo de personalidades.

Optamos por comer unas ensaladas en la Promenade de la Croisette, disfrutando de las vistas al mar y del buen ambiente que se genera en esta zona. Por la tarde recorrimos Cannes en un paseo por el Hotel de Ville, el Palais des Festivals, el Castillo de la Tour de la Castre, la Iglesia de Notre-Dame de la Esperanza y la capilla de Santa Ana. 

Tras nuestra bonita visita a Cannes dormimos en un parking para furgonetas que encontramos próximo a Mougins. Aprovechamos para cenar unos bocadillos, charlar un rato, jugar al UNO y preparar la ruta del día siguiente.

Día 3. Mougins- Grasse- Saint-Paul-de-Vence- Château-Musee Grimaldi.

Nos despertamos a las 08.00h en un aparcamiento acondicionado para autocaravanas y furgonetas en las inmediaciones de Mougins. Nos espera un bonito y soleado día por la Costa Azul, pero esta vez visitando pueblos un poquito más alejados de primera línea de playa. Ponemos rumbo a Mougins, un precioso pueblectido que nos robó el corazón desde el primer instante.

Mougins es una localidad ubicada a 260 metros sobre el nivel del mar, erigida en forma de caracol sobre una colina que ofrece unas espectaculares vistas de la Bahía de Cannes. Esta pintoresca villa medieval con un potente pasado ligado al arte, nos cautivó rápidamente. Aparcamos nuestra furgo en el aparcamiento al aire libre Open Parking Mougins.

Tras subir las primeras cuestas del pueblo, comenzamos un increíble recorrido entre casitas de piedra con contraventanas de colores, coquetas placitas empedradas, fachadas repletas de flores y plantas y callejuelas decoradas con esculturas. Mougins es el resumen perfecto del pueblo provenzal, pero que además de eso, también es el lugar donde Pablo Picasso pasó gran parte de su vida y falleció. 

En nuestra visita no nos quisimos perder lugares como la Place du Commandant Lamy, el hotel «Le Vaste Horizon», laRue du Moulin, la Iglesia Saint-Jacques-le-Majeur, la Porte Sarrazine, el antiguo «Hôtel de France», la Rue des Orfèvres, la escultura de la cabeza de Picasso y las maravillosas vistas desde la Avenida Jean-Charles Mallet.

A eso de las 12.00h de la mañana, abandonamos Mougins para llegar a Grasse, ubicado a 16 minutos en coche.  Si algo hace reconocible a este pequeño pueblo, es que Grasse es la capital internacional de los perfumes. Sin lugar a dudas, uno de los mejores lugares que ver en la Costa Azul.

Grasse está situado en un colina dominada por vastos valles llenos de color debido a las rosas, jazmines y nardos que allí se cultivan. El pueblo fue fundado en el s.VII, y es por esto que podemos encontrar tesoros de arquitectura medieval, genovesa y provenzal.

Sus callejuelas laberínticas conducen a una hermosa catedral, soportales o plazas repletas de encanto. Dar un paseo y observar las diferentes tipos de edificaciones, entre casitas de colores y palacetes, con sus jardines y tiendas de productos típicos como los perfumes, es un auténtico deleite para todos los sentidos.

Nuestra visita por Grasse fue aproximadamente de 02.00h, donde pudimos visitar todos los lugares de interés de Grasse como la Place Aux Aires, la Catedral Notre Dame du Puy, la Rue Jean Ossola, la Villa-Museo Jean-Honoré Fragonard, la Parfumerie Fragonard, la Rue de la Poissonerie o la Place du Cours-Honoré.

Tras nuestra visita a la bonita Grasse, pusimos rumbo a Saint-Paul-de-Vence, ubicada a unos 35 minutos en coche. Nosotros aprovechamos para hacer un alto en el camino, sacar nuestro camping gas en un merendero de un área de servicio y comer tranquilamente disfrutando del buen clima.

A eso de las 16.00h nos ponemos de nuevo en marcha hasta llegar a Saint-Paul-de-Vence, otro precioso pueblo súper imprescindible en una ruta por la Costa Azul, que además está considerado como uno de los pueblos más bellos de Francia,

Ubicado sobre una colina en pleno entorno provenzal, este bonito pueblo destaca por estar amurallado, por sus casitas de piedra con contraventanas de madera y por ser uno de los lugares favoritos de artistas como Cocteau, Miró, Renoir, Yves Montand o Matisse.

En nuestro paseo de unas 02.00h por esta coqueta villa de cuento que nos hizo retroceder en el tiempo, no puedes perderte lugares como la muralla del s.XVI, la Iglesia de Saint-Paul, el Torreón del antiguo Castillo del s.XII, el Cementerio de Saint-Paul-de-Vence, el Molino de Aceite, la Plaza de la Grande Fontaine, la Iglesia de los Penitentes Blancos del s.XVII, lacapilla de Notre Dame des Gardettes o el Pontis. 

Si te interesa mucho el arte, debes saber que además de callejear por esta delicia de pueblo, puedes visitar la Fundación Maegtht, ubicada a 1,5 kilómetros de Saint-Paul-de-Vence. Se trata de una fundación privada francesa de arte moderno y contemporáneo fundada por Marguerite y Aimé Maeght.

El museo es todo un lugar de referencia, alberga una de las colecciones europeas de pintura, escultura y obras gráficas del s.XX más completas y excepcionales de Europa, por lo que si te gusta el arte, es sin lugar a dudas uno de los lugares más interesantes que ver en la Costa Azul.

En tu visita al museo podrás disfrutar de obras del vasco Chillida o del catalán Miró, así como de otros reconocidos genios como Chagall, Giacometti, Braque, Kandinsky, Kuroda, Matisse, Bonnard, Ubac… pero es que además de todo eso, Marguerite y Aimé Maeght quisieron que el propio museo en sí fuera toda una obra de arte.

Para ello contactaron con el arquitecto catalán Josep Lluís Sert en 1964, y los artistas Chagall y Giacometti, quienes levantaron un increíble palacete vanguardista, un verdadero templo del arte contemporáneo. Una joya y un sueño para todos los amantes del arte 😍​. Puedes encontrar toda la información sobre la Fundación Maeght aquí.

Arrancamos a las 18.30h a nuestra última parada del día, el Château-Musée Grimaldi, ubicado a 5 kilómetros de Saint-Paul-de-Vence. Este castillo fue construido alrededor del año 1300 por el Señor de Cagnes, Rainier Grimaldi, y fue transformado durante el s.XVII por el barón Jean-Henri Grimaldi convirtiéndolo en una espectacular casa señorial.

Ubicado en Cagnes-sur-Mer, con unas espectaculares vistas, la construcción fue adquirida por la ciudad en el año 1937 y declarado Monumento Histórico.

El castillo nos sorprende por su espectacular tamaño y motivos medievales como sus torreones y almenas en piedra, mientras que en su interior destaca el techo pintado del Gran Salón donde se representa la Caída de Faetón. En la actualidad Château-Musée Grimaldi alberga exposiciones temporales de arte contemporáneo y conciertos.

Si eres un amante del arte, debes saber que súper cerquita del Château-Musee Grimaldi podrás encontrar el interesante Museo Renoir. Este emblemático lugar donde el maestro del impresionismo vivió y trabajó desde 1907 hasta el día de su muerte, alberga una impresionante exposición que no te puedes perder.

En tu paseo por su casita rodeada de olivos y cítricos, podrás descubrir algunos de sus lienzos, esculturas, bocetos… además de archivos más íntimos, sus talleres de trabajo, mobiliario personal… un paseo a través del universo creativo y familiar de Renoir, una auténtica inmersión en su vida y obra al alcance de todos.

Nosotros en esta ocasión, no tuvimos tiempo de visitar el Museo Renoir, aunque si lo hicimos en nuestra ruta anterior por la Provenza y la Costa Azul. Así que tras nuestra visita al Château-Musée Grimaldi pusimos rumbo al Camping Le Val Fleuri, ubicado tan sólo a 11 minutos. Este fue uno de nuestros campings favoritos, súper equipado, silencioso, económico y limpio. Si estás por la zona, no podemos dejar de recomendártelo.


Día 4. Niza- Villefranche-sur-Mer.

En nuestro cuarto día de Ruta por la Costa Azul, amanecemos en el Camping Le Val Fleuri, que lo elegimos precisamente por su proximidad a la ciudad de Niza. Tras desayunar con una buena charla, arrancamos nuestra furgo y pusimos rumbo a Niza con Alt-J de fondo. Nada más llegar a Niza aparcamos en el Parking Indigo Nice Massena, ubicado en pleno centro de la ciudad.

Niza es una de las ciudades más importantes de Francia y de la Costa azul, debido a su centro turístico, industrial y administrativo. Su fama como lugar de veraneo se lo debe al cine, ya que muchos actores de renombre elegían este idílico paraje para pasar sus vacaciones desde los años 50.

Aunque comenzó siendo un lugar turístico para la clase alta, en la actualidad se ha democratizado bastante. Su fama se la debe entre otras muchas cosas a su infinita costa, así como a su arquitectura palaciega y un casco antiguo repleto de callejuelas laberínticas llenas de color.

Como ya conocíamos Niza, nuestra intención era pasar medio día en la ciudad y poner rumbo a Villefranche-sur-Mer nada más comer. Sin embargo, nos volvimos a enamorar tantísimo de esta bonita ciudad, que casi vemos el atardecer aquí. En nuestro paseo de 1 día completo visitamos preciosos lugares como el icónico Hotel Negresco, el Fuerte Monte Alban, sus Ruinas Romanas, su Hôtel de Ville o la ópera, así como la Plaza Massena, los Jardines Albert I, la Basílica Notre-Dame o la Plaza de la Ilê de Beauté…

En esta ocasión no subimos a la Colina del Castillo, desde donde se obtienen una de las vistas más espectaculares de la ciudad. A pesar de que sólo quedan algunos fragmentos de las murallas en esta zona, merece la pena visitar el parque por la estupenda vista que ofrece.

En esta ocasión sustituimos subir a la Colina del Castillo por pegarnos una buena panzada de mejillones al vapor en Le Rocher Chez Mina Moules Frites, donde estuvimos cerca de 03.00h disfrutando de una deliciosa comida con unas espectaculares vistas al puerto de Niza.

Después de recorrer Niza al completo, regresamos al aparcamiento para sacar nuestra furgo y visitar brevemente el maravilloso pueblecito de Villefranche-sur-Mer, ubicado a tan sólo 20 minutos de coche. Nosotros llegamos a Villefranche hacia las 19.30h, y como oscurecía súper tarde y el pueblo es súper pequeñito, tuvimos tiempo más que suficiente para recorrer sus calles a paso relajado.

Villefranche-sur-mer está ubicado entre imponentes colinas y bañado por el mar mediterráneo, convirtiéndolo sin lugar a dudas, en otro de los pueblos más bonitos de la Costa Azul. A pesar de no ser tan prestigioso como Niza o Cannes, pasear por sus calles te hará sentir en la película de Disney «Luca».

Debido a su privilegiada ubicación geográfica, esta villa marítima se convirtió en uno de los puertos más importantes de la zona, donde a día de hoy muchos cruceros lo utilizan como punto de escala. En tu paseo por sus calles empinadas y empedradas, no puedes perderte lugares como su puerto pesquero, la ciudadela, la Iglesia de Saint Michel, la Rue Obscure o la Capilla Saint Pierre.

Tras visitar Villefranche-sur-Mer, concluimos el día durmiendo en otro aparcamiento acondicionado para furgonetas y autocaravanas entre Villefranche y Villa Rothschild. Te recomendamos que te descargues la app gratuita de Park4night.com, puesto que desde ahí podrás encontrar el aparcamiento que más se ajuste a tus necesidades sin estar dando vueltas de un lado para otro con la furgo. Nosotros una vez estacionados, optamos por una cena ligera, un poco de charla y preparar la ruta del día siguiente.

Día 5. Villa Rothschild- Eze- Menton.

El quinto día comienza en el aparcamiento para furgos súper cerquita de Villa Rothschild. Hoy no madrugamos tanto puesto que la villa tiene un horario establecido y la apertura es a partir de las 10.00h. Arrancamos nuestro coche y estacionamos dentro de la propia villa para realizar una visita de algo más de una hora.

La Villa Rothschild es un precioso palacio inspirado en el Renacimiento italiano que fue construido a principios del s.XX por la baronesa Béatrice Ephrussi de Rothschild en Saint-Jean-Cap-Ferrat como su vivienda de invierno.

Esta exquisita mansión está abierta al público, y en tu recorrido podrás maravillarte con algunas de las estancias como el Patio, el Gran Salón, el Pequeño Salón, el Dormitorio, tocador y vestidor de Beatrice, el Comedor y la Sala de Porcelana, la Habitación de los Monos, la Sala del Té y la Habitación China.

Además, la perfecta Villa Rothschild alberga unos preciosos jardines de estilo francés, entre olivos, estanques, esculturas… un verdadero deleite para todos los amantes del romanticismo. Puedes encontrar toda la información sobre la Villa Rothschild aquí.

También debes saber que la Villa Rothschild está ubicada en la zona denominada Le Sémaphore, un saliente de tierra que goza de lugares tan bonitos como la playa de la Gavinette, la Villa Santo Sospir, la Playa Paloma y la Playa Fosettes. Esta zona está bastante concurrida y suele haber muchísimo tráfico, especialmente en verano, por lo que te recomendamos visitarla a primera hora del día.

Abandonamos la Villa Rothschild en Saint-Jean-Cap-Ferrat a eso de las 12.00h para poner rumbo a nuestra siguiente parada, Eze, ubicado a 15 minutos en coche.

Eze, ubicado en lo alto de un acantilado con vistas al Mar Mediterráneo, es otro de los lugares más bonitos que ver en la Costa Azul. La pequeñita localidad de Eze se extiende a lo largo de tres Corniches por la carretera entre Niza y Mónaco, originando una imagen de auténtica postal a la que no pudieron escapar personalidades tan dispares como Bono de U2, Bill Clinton o Frédéric Nietzsche.

En nuestro paseo por las características callejuelas y casitas medievales de Eze, no quisimos perdernos lugares como la Plaza de la Iglesia del s.XVIII, la Puerta Fortificada del s.XIV, el sendero Frédéric Nietzsche, la Plaza del Planet, el Château de la Chèvre d’or o la Capilla de los Penitentes Blancos.

Si bien es cierto, no dedicamos tanto tiempo como nos hubiese gustado a Eze, puesto que encontramos demasiada gente y nos agobiamos un poquillo 😅​. Pero debemos decirte que visitar el pueblo nos parece un súper imprescindible en toda Ruta por la Costa Azul.

Debido a la aglomeración de gente que encontramos, decidimos continuar nuestro camino hasta Menton y comer allá. Nosotros estacionamos en el Parking del U Express et Drive que hay junto al puerto, que es público y es gratuito (está justo al lado del parking de clientes del supermercado).

Aprovechamos para comer unas frescas ensaladas en el dique del puerto, donde hay una increíble vista del pueblecito de Menton y se está súper tranquilo. Tras comer, pusimos rumbo al casco antiguo de Menton a través de su bonito paseo marítimo, que está ubicado a unos 20 minutos a pie desde aquí.

El increíble pueblito de Menton está ubicado a 5 minutos de la frontera italiana, y es una idílica ciudad de postal bañada por las aguas del mediterráneo, conocida como la ciudad del limón y la ciudad jardín. Además de su extraordinaria ubicación y sus playas de arena fina, la ciudad de Menton ofrece un patrimonio histórico excepcional.

En nuestro paseo por este pueblo que bien podría ser escenario de la película «Luca» de Disney, no quisimos perdernos tesoros como palacetes de principios del s.XX como el Palacio Carnolès o Palacete u Hôtel d’Ahémar de Lantagnac, así como  el Monasterio de l’Annonciade, la Basílica de Saint-Michel, la villa Maria Serena, el jardín de Fontana Rosa, el Museo Jean Cocteau el museo del Bastión. 

A pesar de no ser tan conocida como Niza o Cannes, te aseguramos que Menton es un lugar espléndido si queremos disfrutar de buenas playas, así como si queremos centrarnos en su importante patrimonio cultural o dar un paseo entre alguno de sus innumerables jardines.

Nosotros regresamos a nuestro dique de confianza ubicado en el puerto 😂​ para ver la puesta de sol y cenar. Te aseguramos que ha sido uno de los atardeceres más bonitos que hemos presenciado, completamente a solas y viendo como el sol caía para que las lucecitas de Menton comenzasen a encenderse progresivamente. Un auténtico sueño.

Tras nuestra cena y puesta de sol, decidimos dormir en este mismo parking público, aunque no supimos con certeza si estaba permitido o no. Si que veíamos muchas furgos con la misma intención, pero había un cartel  donde ponía prohibido autocaravanas. Te lo contamos para que sepas, y también para que sepas que en esta zona no existe casi opción alguna de encontrar un parking donde dormir, y nosotros nos vimos tan apurados, que esta fue la única solución de última hora que logramos gestionar.


Día 6. Mónaco.

Nuestro sexto y último día de ruta por la Costa Azul comienza en Mentón, despertándonos junto al mar y con las primeras luces del día. Tal vez te preguntes porqué decidimos saltarnos el día 5 la ciudad de Mónaco, y simplemente fue una cuestión de tiempo. Para llegar a Menton desde Eze, hay que pasar por Mónaco. Sin embargo, nosotros queríamos dedicarle un día completo al principado.

Arrancamos nuestra furgo para abandonar Menton, y tras 25 minutos en carretera, llegamos a Mónaco. Mónaco es el segundo país más pequeño del mundo tras la Ciudad del Vaticano, y uno de los grandes imprescindibles que ver en la Costa Azul. El principado está ubicado a las faldas de una colina y bañada por el mar Mediterráneo, es toda una oda al lujo, la opulencia, la historia, y porqué no decirlo, la masificación.

Pocos rincones quedan sin construir en esta urbe que crece a pasos agigantados. Las clases altas de todo el mundo se sienten atraídas desde hace más de 70 años por el buen clima y esa esencia tan característica que desprende la Costa Azul. El principado atrapó a la mismísima Grace Kelly, pero anualmente la ciudad atrae a infinidad de personalidades debido a su popular Gran Premio de Fórmula 1.

Mónaco tiene un patrimonio histórico y artístico de lo más interesante. En nuestra visita a este diminuto país no quisimos perdernos lugares como el Palacio de los Grimaldi, el Casino de Montecarlo, el Oceanográfico, los Jardines de San Martín, la Catedral de Mónaco, el Puerto de Hércules o dar un paseo por la bella le Rocher.

En nuestro paseo hicimos un alto para probar la famosa Socca de Chez Roger, que te la recomendamos absolutamente. Al igual que también te recomendamos dar un paseo por las tiendas de lujo que puedes encontrar a lo largo de todo el principado, pero especialmente en las proximidades del Casino de Monte-Carlo. Nosotros no compramos nada (evidentemente 😅​), pero observar a los clientes entrar y salir, es como estar en el Front Row de una Fashion Week.

Hacia las 19.00h de la tarde fuimos hasta el Parking Saint-Charles, donde teniamos nuestra furgo estacionada. Salir de la ciudad, es armarse de paciencia, puesto que el tráfico a según que horas y en según que épocas, es una auténtica locura. Con esto, comenzamos a deshacer nuestro camino hacia Pamplona después de una increíble ruta por la Costa Azul.

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En nuestra aventura, por desgracia, nos podrían robar algo, perder la maleta, ver una cancelación de vuelo, ponernos enfermos… para todo este tipo de incidencias y mucho más, es imprescindible ir siempre cubiertos con un buen seguro. Además, por ser lector de Dosmochilasymedia te ofrecemos un ¡5% de descuento en tu contratación de seguro! con la empresa española Mondo.

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Esperamos que este artículo sobre nuestro Itinerario de Ruta por la Costa Azul durante 6 días te haya sido muy útil para organizar próximo viaje por esta bonita zona del sur de Francia y poder disfrutar al máximo de tu estanca en la Riviera Francesa. Si tienes alguna recomendación o sugerencia, no dudes en contactar con nosotros para que podamos seguir mejorando nuestro contenido. ¡Buen viaje!

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